Martín Sarasíbar
20 mar 2017
Políticas Públicas
A propósito de los “sacos rotos”… Hace unos días el matutino local tituló “Sin planificación se complica el necesario e inevitable desarrollo de la zona portuaria”, volviendo a marcar en la agenda pública la necesidad de actualizar la normativa vigente en materia de ordenamiento territorial.
Pregunto, ¿a quién beneficia que estas decisiones no se ejecuten?, ¿son razones presupuestarias, de disponibilidad de recursos humanos o de simple impulso procesal?.
Tres cortes significativos se sucedieron en nuestra historia en materia de planificación urbana para Necochea -Quequén: el primero, fundacional, definiendo la ubicación del centro histórico; el segundo, en el umbral de los ´80, momento en el cuál se determinó el primer Código de Ordenamiento Territorial del Partido de Necochea (aún vigente). Y el tercero, iniciado a fines de los´ 90 y materializado en el año 2010, a través de la realización del primer proyecto de reeemplazo de la totalidad de la normativa vigente territorial y ambiental en base a un proceso de planificación participativa. Entre los años 2003 y 2011 el municipio estableció una agenda de trabajo con el objetivo de planificar el territorio con metas sostenibles, superando cinco etapas consecutivas: estableciendo una agenda de trabajo permanente; constituyendo un equipo interdisciplinario municipal; generando la base de datos e información; realizando un Instrumento de gestión estratégico y determinando el modelo de política territorial del distrito a través de un sistema de instrumentos de gestión. Este recorrido metodológico se desarrolló durante los siguientes 8 años. Finalizada la instancia estratégica, a través del “Plan Urbano Ambiental” (PUA), el municipio adoptó las primeras decisiones políticas. Al año 2011 se habían abordado el 50% de los 135 programas y proyectos; y al día de hoy, la agenda de temas centrales siguió ratificando la vigencia de lo establecido en los talleres participativos del PUA. En el PUA se acordaron dos programas estratégicos: 1-Programa A: Intervenciones Urbanas Estratégicas orientadas a la Competitividad productiva y turística; y 2-Programa B: Intervenciones Urbanas Estratégicas orientadas a la equidad. Si bien fueron múltiples y diversas las problemáticas centrales tratadas en los talleres participativos del PUA, se destacaron tres en particular que singularizaron reflexiones y respuestas: 1-socializar por primera vez, en un marco de debates y consensos, la controversia de la integración de Necochea-Quequén como una misma ciudad, lo que motivó la definición del primer eje estratégico del PUA; 2-discutir las competencias concurrentes en materia territorial-ambiental por parte de las dos actividades productivas más importantes de nuestra región: el turismo del producto sol y playas y el complejo agroexportador, desde donde surgieron dos de los programas de gestión coyunturales más relevantes: el “Plan Integral Costero” y el “Ordenamiento del Complejo Agroexportador”; y 3-definir el listado de obras fundamentales para el distrito, hoy excluyentes para la opinión pública.
Producto de este proceso de planificación participativa, en la actualidad, aún espera tratamiento en el HCD el proyecto de renovación del sistema normativo denominado “Código para el Desarrollo Sostenible” (CODES), marco regulatorio para la totalidad del Partido de Necochea. Esta propuesta integra los objetivos territoriales que determinó el PUA pero esta vez desde el diseño de un instrumento de gestión único, que sistematiza sobre el territorio la visión particularizada de las diferentes componentes que regulan y promueven el modelo de desarrollo sostenible. En un mismo sistema de instrumentos se codificaron parámetros territoriales y ambientales y se establecieron instrumentos de financiación para el desarrollo urbano para establecer y dejar explícitas las reglas de juego que permitirán respaldar el modelo de política territorial y planificación ambiental que acordó la comunidad en conjunto. Junto a la participación activa de más de 200 representantes de 100 entidades civiles, el CAPBA IX se sumó a todas las instancias metodológicas establecidas en este reciente proceso de planificación, único por ser promovido e impulsado por equipos técnicos locales necochenses.
Hace 7 años que el CODES “descansa” en el mobiliario municipal. Vuelvo a preguntar: ¿A quién beneficia que la norma sea laxa, caduca, extemporánea y garantice el statu quo?; ¿por qué se reclama planificar para lo inevitable?. Si aún hoy una norma con casi 40 años de antigüedad regula intereses en disputa (razón que motiva el "planificar"...), imaginemos que sucedería si la actualizamos por instrumentos de gestión representativos de los intereses de la mayoría. La ausencia de reglas de juego, en tanto garantía de equidad e igualdad, benefician a quienes poseen más privilegios, poder o vínculos con las autoridades de turno.
EL CODES establece un marco regulatorio común entre el puerto y la ciudad, priorizando los intereses de la comunidad residente, estableciendo áreas buffers y, fundamentalmente, fijando al municipio como Autoridad de Aplicación en el ordenamiento territorial.
¿No les parece que este es el hecho que cayó en saco roto hace 7 años y que "inevitable" debería ser planificar para el bien de la comunidad y no de los representantes de algún sector económico?.
link: http://www.ecosdiariosweb.com.ar/la-ciudad/2017/3/19/planificacion-complica-necesario-inevitable-desarrollo-zona-portuaria-52699.html
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